Nota sobre El Aprendíz de Brujo

MEDIO: Revista La Cosa - Cine Fantástico
FECHA: Julio 2010
Portada Revista La Cosa
Página 40
Página 41

El Aprendiz de Brujo (The Sorcerer's Apprentice, 2010)

Siempre cerca de la platea juvenil, Nicolas Cage regresa a la gran pantalla con una de magos: El Aprendiz de Brujo (The Sorcerer's Apprentice, 2010), una postmoderna versión de aventuras del cuentito del “Mickey hechicero”. Para prepararte en el arte de producir efectos contrarios a las leyes naturales, Hernán Panessi te cuenta todo, evadiendo el código de magia, acerca de esta última gran película de Disney sobre ratones devenidos héroes de acción.

Allá por el año 1940, la factoría Disney se despachaba con una película de animación que, como es de costumbre en cada una de sus acciones, y lejos de lugares comunes, cambiaría la historia del cine para siempre. Estamos hablando, ni más ni menos, que del musical Fantasía. Un maravilloso conglomerado de episodios sinfónicos con altísimos cánones cinematográficos, donde se distinguía un curioso corto por sobre los demás: El Aprendiz de Brujo (The Sorcerer´s Apprentice), protagonizado por un impúber Mickey Mouse en el papel de un mago desprolijo; adaptado, a su vez, en 1897 por el compositor Paul Dukas de una balada homónima de Johann Wolfgang van Goethe (que data del 1797, es decir: ¡de un centenario antes!). Por su parte, conservando su espíritu nostálgico, en el ‘99 se hizo una remake en memoria de la obra original para recordar el 60 aniversario de su creación, pero ese es otro cantar... Tamaña fue la trascendencia de la versión animada de Fantasía en el momento, y mayor su posterior legitimación, que hoy, 70 años después de aquel estreno, la misma intención vuelve reinventada en un novedoso largometraje, aunque, esta vez, no será en “dibujitos animados”, pero sí tendrá el mismo espíritu lírico, en formato live-action.
Esta nueva adaptación de El Aprendiz de Brujo (The Sorcerer's Apprentice, 2010), en un principio pensada en CGI, es uno de los últimos proyectos de Nicolas Cage en la gran pantalla luego de romperla con su personaje de Big Daddy, en Kick-Ass (2010). Aquí, siguiendo en la línea de actuaciones para la platea juvenil, interpretará a Balthazar Blake, un hechicero en el Manhattan de nuestros días que intentará defender la ciudad de su archirival, Maxim Horvath (Alfredo Molina). En esta isla de Nueva York, ninguno de los habitantes tiene conocimientos de la guerra de brujos que se está desarrollando y que, por supuesto, puede acabar con sus vidas. Tal es el poder del villano de turno que Balthazar se comprometerá a forjar alianza con Dave Stutler (Jay Baruchel), aparentemente un universitario común y corriente, aunque pichón de gran mago, para, en su afán por defender la paz, poder vencer a las fuerzas de la oscuridad. Así será como el novato Dave se “profesionalizará”, mediante arduos entrenamientos, para sobrevivir con los gajes de la magia, y, de esta forma, salvar su tierra. Éste se convertirá, obvio, en “El Aprendiz de Brujo” que la historia hace hincapié. Por su parte, en medio de tanto despiole, Balthazar deberá ganarse el corazón de Verónica (Monica Belluci), la chica que ama. El bien contra el mal. ¿El amor? Siempre presente.
Bajo la dirección del comercial Jon Turteltaub, responsable de las dos La Leyenda del Tesoro Perdido (Natural Treasure, 2004; Natural Treasure: Books of Secrets, 2007) y de su tercera parte actualmente en desarrollo, protagonizadas, todas, por Nicolas Kim Coppola (sí, Cage, pero queda bien decir que es el sobrino de Francis Ford), esta película cuenta con el patrocinio de Jerry “soy el productor de todo” Bruckheimer y, al parecer, será la gran apuesta Disney del 2010, junto con Toy Story 3, Newt y Cars 2. El legado continúa... Ya sabés qué ver este invierno.

Tips para convertirse en un brujo de la noche a la mañana
Sencillo, cortito y al pie. Convertite en capo-brujo siguiendo la data de La Cosa.

• Esencial para arrancar: comprate una túnica y una barita mágica en uno de esos locales de disfraces para emular, al menos, a Harry Potter. Ser cinturón blanco en magia, digamos.
• Para adquirir experiencia: Empezá a juntarte más con esas tías solteronas a las que no le dabas bolilla como lo hace Sabrina Spellman en la serie Sabrina, la Bruja Adolescente y así, al escucharlas cotorrear, sumarás pericia.
• Etapa de perfeccionamiento: Toda formación necesita de su capacitación, para eso, garpale a una médium espiritista que te tire la posta como lo hacen en Warlock: El Brujo (Warlock, 1989) o, en su variación, consultá con el Fausto, de Goethe.
• Divertimentos ociosos: La educación asistémica también tiene sus frutos. Una vez metido en el trajín, mirate de corrido las ocho temporadas de Hechizada (la de Elizabeth Montgomery, claro) y prestale mucha atención al trío de mujeres de Las Brujas de Eastwick (The Witches of Eastwick, 1987). Evitar Los Magos de Waverly Place, ya que, a esta altura, necesitás algo más punch.
• Post-grado audio visual: Tomate un bondi hasta el bosque más cercano y documentá, en primera persona, todo lo que veas. Si es posible, andate a Blair, en Maryland (USA). Requisito indispensable: Llevar filmadora.

Top 5 de las mejores brujas de Disney
Así como las princesas son legión, en el emporio del Tío Walt son habitués las brujas malvadas. Acá, un ranking que las reivindica.

Puesto Nº5: Madam Mim
Recordada por: Pelearle convertida en dragón a Merlín en La Espada en la Piedra (The Sword in the Stone, 1963).

Puesto Nº4: Lady Tremaine
Recordada por: Mandar a Cenicienta a trabajar como servidumbre en Cenicienta (Cinderella, 1950).

Puesto Nº3: Úrsula
Recordada por: Convertir en humano y quitarle su bella voz a Ariel en La Sirenita (The Little Mermaid, 1989).

Puesto Nº2: Maléfica
Recordada por: Sentenciar a una maldición (casi) letal a Aurora en La Bella Durmiente (Sleeping Beauty, 1959).

Puesto Nº1: Reina Grimhilde
Recordada por: Intentar envenenar a Blanca Nieves con una manzana en Blanca Nieve y los Siete Enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, 1937).